Una ateo estaba caminando por el bosque y admirando la naturaleza.
«¡Que arboles tan majestuosos!»
«¡Que rios más limpios y que agua tan cristalina!»
«¡Que animales tan maravillosos!»
se decía a si mismo.
Al cabo de un rato de ir caminando por el bosque, oyó un rugido espantoso que salía de unos matorrales a su espalda, se dio la vuelta y vio a un enorme oso pardo caminando hacia él.
Corrió tan rápido como pudo camino arriba esperando cansar al oso. Miró por encima del hombro y vio al enorme oso que se estaba aproximando. Aceleró el paso y giró la cabeza y vio el oso todavía más cerca. Trató de subir a un árbol al mismo tiempo que vio el oso con su pata derecha intentado alcanzarle y a punto de conseguirlo.
Y en ese preciso instante, el ateo gritó en un último momento de desesperación: «Oh, Dios mío»
El tiempo se paró,
El oso se detuvo como congelado.
El bosque estaba en silencio.
Un rayo de luz brillante salió del cielo y una potente voz salió de entre las nubes.
«Tu has negado mi existencia durante todos estos años, enseñando a los otros que incluso la creación fue un accidente cósmico. ¿Esperas de mi que te ayude en este momento en que tu vida está en peligro?. ¿Te debo contar a ti como un creyente más a partir de ahora?»
El ateo miró directamente a la luz: «Sería hipócrita por mi parte que de repente me consideraras como a un cristiano, pero quizás podrías hacer del oso un cristiano.»
«Muy bien», dijo la voz.
La luz se fue, los sonidos del bosque se reanudaron. Y el oso bajó su pata derecha, puso ambas pezuñas juntas, inclinó su cabeza y dijo:
«Bendice Señor estos alimentos que vamos a tomar de tu infinita misericordia.Amen.»
Más de 30 ucranianos fallecidos que cruzaban a nado el río Tizsa cuando
huían del reclutamiento
-
Al menos 30 hombres han muerto intentando cruzar el río Tisza que separa
Ucrania de Hungría y Rumanía, huyendo del país para evitar su reclutamiento
forz...
Hace 48 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario